El empresario que quería ser hombre
Este relato empieza por una corazonada , un cruce de caminos me ha llevado a la necesidad de crear mi propia empresa ,un lugar donde poner mi culo con mi horario, mis riesgos y mis días buenos .En la vida casi siempre he obedecido como comercial y como administrativo ,he conjugado este verbo en una empresa cárnica ,una empresa de materiales de construcción , tres inmobiliarias y una editorial venida a más, a mis cuarenta y algo he decidido cambiar el mundo ,no me gusta los carteles que reservan el derecho de admisión ,las empresas inflexibles ni que los aparcamientos de los jefes estén cubiertos y los demás no. Me he propuesto asesorar a personas que caminan por el bordillo ,buscar el valor añadido al borde del precipicio ,que escuchan a los clientes, incluso les invitan a cofabricar el producto ,ideas que unen el resultado a la actividad ,buscan la racionalidad en sus objetivos como compartir un despacho o montar un stand compartido en una feria internacional .Ahora no se pregunta que tengo que hacer ,se aporta valor a un proyecto , estamos en plena transición hacia la sociedad del conocimiento y todos tenemos que cambiar ,fijar nuestra mirada en el valor ,aquello que nos hace únicos ,nadie va a pagar por algo que no le aporte un beneficio a medio plazo, que le enseñe algo, que cambie su vida .El dinero y la propiedad van a pasar a ser actores secundarios en una película que ya hacemos entre todos ,va a ser muy duro para los que sigan pensando en modo especulativo, paguita o amiguismo, el ser humano es transversal, multicultural y global .La tecnología nos brinda la oportunidad de exportar contenido y beneficios de nuestros proyectos, lo intentamos?.
